Clive Christian es una de las casas de perfumería más antiguas. Fue fundada hace más de 150 años por William Sparks Thomson, uno de los corseteros londinenses más importantes de entonces. La reina Victoria, su mecenas más famosa, concedió el uso de la imagen de su corona en sus frascos de perfume. Esta imagen sigue definiendo cada frasco de perfume hoy en día. Dicen de los perfumes de Clive Christian que son los mejores del mundo, y es que solo crea perfumes de concentración excepcional, con una inclusión de aceite perfumado del 20 % o más en cada frasco para garantizar una impresión duradera y una experiencia de inmersión para el usuario. Sus mezclas también llevan una complejidad única en el mundo de la perfumería: en cada perfume se pueden encontrar entre 120 y 300 ingredientes diferentes. Otra de sus particularidades es que crea por parejas y aunque pueden utilizarse por separado (versión femenina y versión masculina), usadas juntas se refuerza el aroma y se subliman al pulverizarse juntas.
